¿Podemos discernir lo que no somos?
¡Qué hongo, Emprendedores!
Parte de mi rutina mañanera es poner podcasts mientras me baño. Uno de mis favoritos es “What Now?”, de Trevor Noah y, en esta ocasión, tuvo una plática con Jon Stewart, el famoso comediante estadounidense. Uno de los temas que tocaron durante la plática fue la similitud que hay entre judíos y afroamericanos, especificamente su historia y experiencia interactuando con otras culturas, religiones y grupos en este mundo. Mientras Jon Stewart daba su opinión, mencionó lo siguiente (no literalmente pero sí la esencia): “No one can have discernment for what they aren’t" (Nadie puede tener discernimiento sobre lo que no es). En palabras de Dave Chappelle, “Damn”. Esto me hizo reflexionar y decidir escribir este blog.
Primero lo primero, necesitamos saber qué significa “discernimiento”. Le pregunté a Grok y me dio esta definición que me pareció correcta (pueden encontrar distintas pero, por lo general, contendrán los mismos elementos): “Es poseer la capacidad de juzgar, comprender y tomar decisiones acertadas, distinguiendo entre lo correcto y lo incorrecto, lo verdadero y lo falso, o lo importante y lo irrelevante. Implica un juicio claro y una percepción aguda, a menudo basada en la experiencia, la reflexión o la intuición. En contextos espirituales o religiosos, también puede referirse a la habilidad de entender verdades profundas o percibir cosas más allá de lo evidente”.
¿Podemos discernir lo que no somos?
La definición me parece correcta porque incluye las fuentes principales del discernimiento, solo añadiría “observación y estudio”. En mi caso, cuando escuché a Jon Stewart y Trevor Noah hablando de este tema, a través de los lentes del discernimiento completo (experiencia, observación, estudio, reflexión e intuición), yo solo pude entenderlos a través de la observación, el estudio y la reflexión. Mi discernimiento sobre este tema es limitado. La experiencia y la intuición son componentes vitales de un verdadero “discernimiento”.
Esto es importante porque, como humanos, solemos pensar que sí tenemos el discernimiento completo de todo, siempre. En palabras de una colega: “¡Hermosa, esto no funciona así!”. Nadie tiene el discernimiento completo de todo. Eso no existe. Todos tenemos distintos grados de discernimiento.
Cambiaría la frase de Jon Stewart para que dijera “Nadie puede tener el discernimiento completo sobre lo que no es”.
Mi sugerencia:
Para mejorar nuestro discernimiento sobre aspectos que no hemos experimentado ni intuimos, creo que debemos abrazar una postura de humildad y apertura y combinar herramientas como la empatía, el conocimiento teórico y la reflexión. Aquí van algunas ideas prácticas:
Escucha de manera activa y empática: Busca historias, testimonios o conversaciones con personas que viven realidades distintas a la tuya. No se trata sólo de oírlas, sino de intentar sentir lo que expresan. Haz preguntas con genuina curiosidad, sin asumir que ya sabes la respuesta.
Estudia con intención: El conocimiento teórico es una puerta de entrada. Lee sobre la historia, el contexto cultural o las dinámicas sociales de los temas que quieres comprender. Pero no te quedes en la superficie, busca fuentes diversas.
Reflexiona: Tómate el tiempo de procesar lo que aprendes. Reflexionar no es solo pensar, sino cuestionar tus propias creencias y prejuicios.
Reconoce tus límites: Acepta que no puedes experimentarlo todo. Es liberador. No tienes que ser algo para entenderlo mejor, pero sí debes ser honesto sobre lo que no sabes. Esto te abre a aprender sin pretender tener un discernimiento completo.
Busca puentes: Encuentra puntos de conexión con tus propias experiencias. Aunque no hayas vivido lo mismo, tal vez has sentido exclusión, alegría o lucha en otros contextos. Usa esas emociones como anclas para empatizar, pero sin equipararlas directamente, porque cada experiencia es única.
Al final, mejorar nuestro discernimiento sobre lo que no somos requiere esfuerzo consciente y una mentalidad de aprendizaje continuo. No se trata de “llegar” a un entendimiento perfecto, sino de acercarnos con respeto y curiosidad.