Nuestro objetivo más importante.

¡Qué hongo, Emprendedores!

En varias ocasiones (más de las que quisiera admitir) me he perdido doomscrolleando en LinkedIn y X y uno de los temas con el cual me encuentro constantemente es el del Burnout (sobre todo en LinkedIn). La gran mayoría de los posts señalan que los factores más comunes que causan esta situación son la desconexión con el significado del trabajo, las cargas de trabajo inmanejables y la percepción de falta de control. En mi caso, hace un par de años, experimenté un Burnout que me llevó a cambiar radicalmente varios aspectos de mi vida, entre ellos, mi trabajo. En ese momento, lo atribuí a estos factores, así como a mi estilo de vida sedentaria y alimentación deficiente. Después de este episodio, tuve un tiempo para reflexionar lo que había pasado y llegué a la conclusión de que hay un factor que predomina en los casos de Burnout: la desconexión entre lo que somos y lo que hacemos. 

Desde que nacemos, el entorno en que crecemos nos moldea e influye al momento de tomar rutas específicas en nuestras vidas. Eventualmente, nos enseñan y aprendemos que necesitamos perseguir objetivos ya establecidos, reconocidos y deseados por la mayoría. No obstante, cuando somos niños, sabemos lo que realmente importa y nos importa un cacahuate perseguir esos objetivos. Sabemos quiénes somos, qué nos gusta y qué no. Ahora, como adultos, nuestro verdadero objetivo trasciende el éxito externo, el reconocimiento o las posesiones materiales: debemos regresar a ser quienes somos, en realidad. 

Recientemente, terminé el libro “Mastery", de Robert Greene (se los recomiendo si les interesa profundizar en este tema) y, en uno de sus capítulos, mencionó esta frase: "Become who you are by learning who you are" o "Conviértete en quien eres al descubrir quién eres”. Es una frase simple pero poderosa. Nos invita a autoconocernos, a recordar quiénes éramos de niños, a desenterrar nuestra autenticidad y propósito. Este, creo, es nuestro objetivo más importante.

¿Qué significa "convertirse en quien eres"?

Es escuchar a tu brújula interna. ¿Se acuerdan de Piratas del Caribe?¿De la brújula de Jack Sparrow, que lo guiaba a lo que más quería? Es igualito. 

Implica dos pasos entrelazados:

  • Aprender quién eres: Quiere decir: explorar tus pasiones, valores e inclinaciones naturales. Es mirar hacia atrás, a los momentos de tu infancia cuando jugabas sin preocuparte que alguien te estuviera juzgando (especialmente tú) o a esos instantes en los que el tiempo parecía desvanecerse porque estabas inmerso en algo que amabas. ¿Qué te hacía vibrar? ¿Qué te llenaba de curiosidad? Aprender quién eres es desenterrar esas verdades que has enterrado y olvidado con el paso de los años para ser alguien distinto.

  • Convertirte en quien eres: Una vez que descubres esas piezas de tu identidad, el siguiente paso es alinear tu vida con ellas. Esto no sucede de la noche a la mañana. Es un proceso, a veces largo, que requiere acción, valentía y compromiso para moldear tus decisiones, tu trabajo y tus relaciones en torno a tu esencia. Es el proceso de vivir auténticamente, expresando tu unicidad a través de lo que haces. 

Para Robert Greene, este proceso de autodescubrimiento es la base para alcanzar la maestría en cualquier campo. Los grandes maestros, como Leonardo da Vinci, Michael Jordan, Steve Jobs, etc, no solo dominaron sus disciplinas; se convirtieron en versiones completas de sí mismos al abrazar sus pasiones y perspectivas únicas.

Por qué este es nuestro objetivo más importante.

“La felicidad” como objetivo es un mito ¡Qué bueno! La vida es una mezcla de experiencias y emociones, filtrada a través de nuestra mente, que nos define y que nos hace únicos. Tanto lo bueno, como lo malo. El placer y el dolor. Nadie ni nada puede replicarla y solo ocurrirá una vez. Limitarse a una sola emoción, destruiría esa autenticidad. Si descubrimos y vivimos esa autenticidad, estaremos en paz con nosotros mismos y con las cartas que nos repartió la vida. Al estar en paz, nuestra visibilidad mejora y nuestra mente se aclara. Tomamos acción para lograr un objetivo claro, conocemos la ruta y los pasos que hay que tomar. Es como si empezaras a vivir (si sientes que solo estás sobreviviendo).

Quiero ser claro, si ya invirtieron tiempo y esfuerzo en una carrera u oficio, no lo abandonen. Puede ser que ya hayan alcanzado la maestría de su campo o estén cerca y eso tiene mucho valor para ustedes y sus familias. Al contrario, mi propuesta es que busquen la manera de integrar su autenticidad con lo que ya han desarrollado. Es la técnica de la fusión en Dragonball (Chef´s kiss).

¿Cómo podemos hacerlo?

  • Reflexiona sobre tu infancia. ¿Qué te emocionaba? ¿Qué hacías sólo por el gusto de hacerlo, como un o una obsesionada? Esas inclinaciones son pistas de tu verdadera vocación. Pregúntale a tus papás, familiares y amigos cercanos. Tómate un tiempo libre, sin distracciones y piénsalo. Escribe una lista y busca patrones.

  • Experimenta sin miedo: El autodescubrimiento requiere acción. Prueba cosas nuevas. Asiste a un taller o curso, lee un libro o inicia un proyecto pequeño, busca una actividad que te saque fuera de tu zona de confort (debe enseñarte algo nuevo). Cada experiencia te revela algo sobre tu autenticidad.

  • Dedica tiempo a la introspección ¿Mis herramientas? Pesas, caminar, leer, escribir, alimentarme y dormir correctamente (necesitas alinear todos los aspectos de tu vida: mente, cuerpo y espíritu). Pregúntate: ¿Qué me emociona? ¿Qué haría incluso si nadie lo viera? Incorpora el ejercicio a tu vida (practica lo que te gusta y cuando lo hagas un hábito, podrás experimentar con otras actividades).

  • Lucha para mejorarte: Todos estos cambios significan una declaración de guerra contra lo que eres actualmente. Es algo aterrador y practicarlo es doloroso. Por tu bien y el de tus seres queridos, debes hacerlo, el mundo necesita que lo hagas.

Como dice Confucio: “Una persona tiene dos vidas y la segunda comienza en el momento en que se da cuenta de que sólo tiene una”.

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