Entrada #8: El Duende de la Reserva Legal.

Descripción:

El Duende de la Reserva Legal es una criatura pequeña pero astuta que custodia el corazón financiero de las sociedades. A diferencia de otras bestias que atacan directamente a los emprendedores, ésta lo hace en silencio y ataca cuando menos lo esperas. Debido a su tamaño, suele esconderse y pasar desapercibida por los emprendedores. No obstante, cada año busca el pago de su tributo. Con ojos brillantes como monedas de oro, piel pálida, aspecto enfermizo y manos flacas con dedos largos y huesudos, este duende exige que toda sociedad mercantil (salvo la por acciones simplificada) reserve una porción de sus utilidades para fortalecer su patrimonio. Su tamaño engaña pero no debes ignorarlo. Si lo haces, puede debilitar los cimientos de tu empresa y te dejará vulnerables ante las tormentas del mercado.

Fuente de poder legal:

  • Ley General de Sociedades Mercantiles (LGSM), Artículo 20.

  • Código Fiscal de la Federación (CFF), Artículo 11 (en relación con el ejercicio social).

Lore:

Todavía no nacía, mucho menos era un Lexwitcher como ahora, cuando esta bestia fue invocada. De mis enseñanzas en la Escuela del Búho, esta bestia surgió cuando nuestro reino se encontraba en una etapa de transición; es decir, recién había terminado la Revolución Mexicana y la Gran Depresión. Como buen empresario, Abelardo L. Rodríguez  buscó modernizar el marco legal del comercio y mejorar la economía raquítica de nuestro reino, promoviendo la creación de sociedades sólidas y sostenibles. Por eso, entre varias otras bestias invocadas en esa época, nació el Duende de la Reserva Legal. Esta bestia asegura que las empresas no sucumban a la codicia de repartir todas sus utilidades y exige que los emprendedores aparten anualmente al menos el 5% de las utilidades netas para formar un fondo de reserva, hasta alcanzar la quinta parte de su capital social (20%). Si el fondo disminuye, el duende reaparece, exigiendo su tributo faltante con la misma tenacidad. 

Por un hechizo extraño, el Duende no reclama tributo a las sociedades por acciones simplificadas y las libera de su vigilancia

Características:

El Duende de la Reserva Legal es una criatura meticulosa y persistente, con rasgos que reflejan su naturaleza protectora pero implacable:

  • Aportación Anual: Sus manos flacas y dedos largos, pero firmes, arrancan el 5% de las utilidades netas cada año para tejer el fondo de reserva hasta que alcance el 20% del capital social.

  • Vigilancia Eterna: Sus ojos brillan en cada asamblea, asegurándose de que las utilidades no se repartan hasta que los estados financieros sean aprobados y las pérdidas anteriores estén cubiertas (Artículo 19).

  • Prohibición Sagrada: Susurra advertencias a los administradores: cualquier reparto de utilidades que ignore el fondo de reserva es nulo de pleno derecho, y los responsables enfrentarán su ira solidaria e ilimitada (Artículo 21).

  • Memoria Contable: Registra cada peso destinado al fondo, y si este se usa o capitaliza, exige su inmediata reconstitución en el siguiente ejercicio (Artículo 20).

  • Justicia Rápida: Cualquier socio o acreedor puede invocar su poder en la vía sumaria para exigir el cumplimiento de la reserva legal (Artículo 22).

Tips para vivir en armonía con el Duende:

  • Prepara tus balances con cuidado: Asegúrate de que los estados financieros reflejen claramente las utilidades netas y la separación del 5% para el fondo de reserva antes de cualquier reparto.

  • No ignores sus susurros: Verifica que el fondo de reserva esté intacto o reconstituido si ha sido usado. Su ausencia puede atraer sanciones legales o demandas de acreedores.

  • Documenta todo: Lleva un registro detallado de las aportaciones al fondo en los libros contables de la sociedad, ya que el Duende revisa cada detalle con lupa.

  • Convoca asambleas claras: Aprueba los estados financieros en asamblea antes de repartir utilidades, respetando el orden que el duende impone.

  • Consulta a tus contadores: Estos aliados son esenciales para calcular correctamente el 5% de las utilidades netas y evitar errores que enfurezcan al Duende.

  • Planifica la capitalización: Si decides capitalizar el fondo de reserva, prepárate para reconstituirlo desde el siguiente ejercicio, ya que el duende no perdona omisiones.

Consejo Final para Emprendedores:

No subestimes al Duende de la Reserva Legal. Aunque parece pequeño, su influencia es poderosa y su memoria, implacable. Muchos emprendedores intentan evadir su mandato y reparten utilidades sin reservar lo debido, solo para encontrar sus empresas debilitadas o enfrentando demandas. Desde el inicio, honra su exigencia de apartar el 5% anual de las utilidades, y mantendrás al duende como un guardián protector en lugar de un adversario. 

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